jueves, 3 de septiembre de 2020

TRES HERMANOS

                 

Yo, por no mentir, defenderé siempre la fama de liberal profesada por mi padre y dos tíos míos que habían residido y comerciado largos años en países de media Europa, y nadie quedó extrañado cuando, el primer día de curso, entrábamos con mi hermano Alberto, cartera de cuero en mano, por la puerta de los Corazonistas, quienes presumían de una merecida fama de afrancesados manteniendo un ideario escolar escasamente acorde con los mandamientos de la Iglesia Católica. Martina, nuestra hermana pequeña y joya de la familia, acabó en las Clarisas por especial interés de mi madre, evitando la rigidez de las Benedictinas.

Nuestro equipo de fútbol, del que desconozco el por qué tuve el honor de formar parte durante tres años seguidos, competía en una liga con los demás colegios de la ciudad. El patio de recreo también se utilizaba como campo de fútbol, era de tierra pedregosa, y los profesores tenían la obligación, presuntamente voluntaria, de hacer de árbitros en los partidos.


viernes, 7 de agosto de 2020

¿DONDE SE FUERON?

 Vamos al pub de siempre, ya sabes, al Novecento. Menos mal que te he encontrado y sé que puedo confiar en ti. Eres el amigo más discreto que tengo y necesito contarte un montón de cosas que todavía no sabes de mi relación con Cristina.

Ella sospechaba algo, o quizá más de lo que yo pienso; creo que anduve tan corto de tiempo como de reflejos preparando la escapada. Peor podría haber sido, incluso palabras mayores; estaba decidido a deshacerme de ella, aunque no de forma violenta, no es mi estilo, ya me conoces; sabes que lo mío es huir como un cobarde, siempre se me dio bien; eso es lo que debería haber hecho en aquella Feria del Libro Alternativo del Parque del Retiro, cuando fuimos todo el grupo de escritores y tuve la desgracia de enamorarme de ella, ¿recuerdas?. Por aquel entonces era muy simpática y estaba en sus curvas; ahora casi no cabe por la puerta.